Desde la butaca de este teatro
Veo unos locos fabular
Las ideas se entremeten
A través de su tristeza
De su actos de su música
Lo sé porque también yo soy parte
De esta tragicomedia
Y al andar veo
la desterrada paloma tomar agua
en un zanjón con sabor a plomo
¿Cuándo se apagó la conciencia?
Y al sentir veo
un cielo pintado de palabras
algunas azules otras grises
Momentos que enriquecen
mundos que se cierran
Que se abren y se mezclan
que se piensan que se esperan
En plazas en cafés
En alguna esquina fría
En el viaje de un bondi
en otras rutas en otras tierras
En lugares imaginarios
En fin
En esto que me surge durante el viaje
Me gusta.
ResponderEliminarGracias por pasar al jardín frutal y morder un par de insomnios.
ResponderEliminarPor acá es otro gusto pasar, y además de "gusto" es un saludo que no empieza ni termina, algo así como una bienvenida exquisiteamente eterna (o eternizada adrede).
¿Cuándo se apagó la conscienica ?
Cuando la inconsciencia recordó que además de tierra está el cielo y que vale un sueño suspendido entre los párpados a un sueño tejido entre los labios... Es decir... en fin.
Seguí viendo y viviendo y escuchando y percibiendo y despertándote y escribiendo acerca de la paloma que recorrió en el aleteo la tragicomedia: además de tragicomedia hay tragisepia.
Tu pluma sangra y desprende agua al mismo tiempo.
Un abrazo danzante.
p/d: es fácil decir "me gusta"... y tan cruel para el artista... ¡qué tristeza la simpleza! dice una bandita musical de rock, de acá...
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