René intenta soñar



El escenario hace rumiar
a los dientes
hasta quebrar
el amor que rumbea el día,
enigma indescifrable
que atraviesa el bonaerense,
en la destrucción
del recuerdo,
territorio
interminable de su pesar,
vacío
por el aire podrido
que vicia la bandera
que René busca soñar.

El Kabra hace su burla



El Kabra le impregna la burla
a los grupitos de poetas
que se juntan
en las adyacencias
del gran emprendimiento
inmobiliario de Palermo
y que hacen poesía
para el circuito.
Dice René que burla
a los editores que publican
eyaculaciones provocadas
por la impaciencia del vicio.

Burlarse del pensamiento
de Freud, de Agamben
y de Lupito
que hace performance
delesiana de la contorsión
del cuerpo,
burlarse, burlarse
de los presentadores
que repiten que este hizo esto,
hace esto, participa de aquello
en la página de aquél
y que conforma el colectivo
de poetas imaginarios
que intentan romper las bolas
desde allí
y de los que se cortan
un huevo antes de darle
a la señora que pide
un Split, dame un Split, dios.