Una araña en el sueño

Una nueva realidad empieza a tejerse cuando se levanta del sueño, y repite como entre la bruma de una revelación que las pruebas se mancharon que ya fueron, que ya no son lo que eran, lo que nunca habían sido todavía.

Colapsó en su sien

Hasta que un interruptor
colapsó en su sien
y se cobró
a la sabia Kabra
que antes atravesó
denodada
el sendero tránsito
en 
amor 
ado
hasta lo hondo
de lo otro,
hasta convertirse
en otro sin saber
que el nombre
se diluyó
en otro.

En la imagen del Kabra

René en repetidas cuadras
vuelve a las palabras
que hacen al recuerdo.

Las calles se destruyen,
la gente en su casa se llena
la boca hablando
de buenos valores,
de cómo comportarse
pero después
cuando sale a la calle es más antipática,
mira por el costado
como si el otro nada, invisible
y de sí mismo nada.

la palabra nos tapa y la web
deja gritos en el vacío.
Por eso hoy todos somos
enfermos mentales,
entendés, somos.

El recuerdo de René sigue, 
el latido persiste,
hasta que la noche
devuelva el día
y lo haga deambular

por otro ayer.

El chasquido

La TV banaliza
la vida, balbucea
la sabia Kabra
falta una persona
atrevida para que
no todo
quede perdido.

Pesimismo en toda la línea
y envalentona

Las estelas químicas
tergi
versan
el clima y las expectativas
del agricultor van a la baja.
Solo gana Mon-Santo, dice
y chasquea la lengua.
La esperanza del vagabundo cae
en un pozo ciego, 
en el descenso
Wall Street ataca a Palestina.

Para Ramón

Para vos Ramón,
esta poesía va para vos,
que andas perdido
en regiones remotas
del dolor. Dejate de joder,
Ramón, olvidá el dolor,
mirá para delante, dejá de pegarte.
Vivimos en la era de Lennon,
Ramón, Sarmiento murió.
Baja del árbol Ramón,
no te lo decimos más, baja.
Abrí los ojitos papá.