René en repetidas cuadras
vuelve a las palabras
que hacen al recuerdo.
Las calles se destruyen,
la gente en su casa se llena
la boca hablando
de buenos valores,
de cómo comportarse
pero después
cuando sale a la calle es más
antipática,
mira por el costado
como si el otro nada, invisible
y de sí mismo nada.
la palabra nos tapa y la web
deja gritos en el vacío.
Por eso hoy todos somos
enfermos mentales,
entendés, somos.
El recuerdo de René sigue,
el latido persiste,
hasta que la noche
devuelva el día
y lo haga deambular
por otro ayer.
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