Un apartado sobre básquet

Otro deportista argentino zurdo. Algunas supersticiones son necesarias, sirven para pegar el salto. El trabajo con las manos.
Buena parte de mi vida basquetbolista quise jugar como vos, Manu. Entre el 2001 y el 2006 fuiste mi estampita. Replicar los gestos, el primer paso, la visión de pase. Ser un dos que jugaba de base entre la línea de triple y el aro. La imagen para replicar la forma. Copiar.
Manu nos dejó el póster, junto al de la generación dorada. que tuvo otros genios indiscutibles. Uno por uno. Estos, también me dejaron otros genios indiscutibles con los que jugué al básquet. La leyenda de las inferiores. Esos sueños en potencia, que se ponían en peligro cuando padres y dirigentes dirimían intereses del ego.
Pero no me preocupaba mientras podía jugar con mis amigos en verano, fuera de temporada, tirar solo. Ahí se desplegaba el sueño de jugar como Manu. Apostar un vino y jugar un uno contra uno a muerte. Bastaban una luz, un aro, una pelota. Una luz, un aro, una pelota y la estampita de Manu bastaban para jugar al básquet.