Ella es la reina

una ciudad llorando de pié

la reina bailando al costado

del hogar en llamas

en primavera



se hacen visibles las lágrimas



un bien que no cesa

hace que la reina baile

hace que la ciudad llore de pié

“amante ausente” de los Bantú


Las lejanas montañas te ocultan de mí,
Mientras se me enciman las cercanas
Si yo tuviera un pesado martillo
Para aplastar las montañas cercanas.
Si yo tuviera alas como un pájaro
Para volar sobre aquellas más lejanas.

Recorrido

Plaza Constitución, hormiguero

Hotel América, cartel luminoso

Basura / Ocupas / Cartoneros

8:00 am

Avenida 9 de Julio



Limpias personas

sobre sucios colchones libres.



A un costado

autos alcoholizados volcados.



Masticable, un graffiti



El chicle que mastica los nervios

de los transeúntes,

dice una limpia persona.



Michael Jackson en Concierto.



Mexi-Gas,

para que el motor no se apague.



Zorros ya en la sombra

esperando tu gilada.



Por eso el chicle,

para que atiendan las “reglas”

de las que gozan los transeúntes.

Viento

Viento que sopla y hace barullo,

al golpear contra los árboles.

Hace chillar hamacas

sin que nadie se hamaque.


Pájaro que vuela

en sentido contrario a las nubes,

que siguen al rápido viento

que sopla.


Viento,

mono gigante

que sopla cuando se entera

que las plantas pequeñas

de los monos verdes

necesitan agua.


Pájaro que vuela

en sentido contrario a las nubes,

que siguen al rápido viento

que sopla.




Viento que persiste

y silva y se hace agua

sobre mi rostro exaltado.

Acá las tengo

Voy Sólo.

En realidad con él.

Él va ahí

y yo acá sentado.

Él desde allá

me lleva por el camino

de las imágenes

que ya recuerdo.


¡Otra! ¡Otra!


Esto es fuerte,

las imágenes se suceden


Son las ruedas

las que empujan las teclas,

el rollo no se acaba

porque él sigue ahí.

Él es el que pasa las imágenes

hasta que se acaban

y las vuelve a pasar al revés.

Vaya a saber

para quién o para quiénes.

Viendo el camino

1



Con la cabeza al mango.


Te bajaste rápido del caballo,

querías andar a pié,

chupar tu propia sangre



Vas con la suela gastada,

cansado de tanto

revuelto de huevo.

Sólo un poco de agua,

para que la pared

a la que te chocás

te deje de hablar.

Querés aprender el todo,

la nada.



Y me pregunto, qué es

lo que pesa sobre mí cuerpo,

¿o soy yo

el que peso sobre mis huesos?



El calor cae

sobre el templo

y se calientan los cerebros.

Cuando inventan ambientes

dejan puertas abiertas.



La presión puede aumentar.

¡Qué corra el aire!

y que tus manos sientan

lo que tu cuerpo siente,

lo que escucha tu cuerpo

–bocinas, sirenas, rieles –

que tus manos sientan

lo que tus oídos escuchan.

Escuchar.

Solo eso.



Una marca de los palos-símbolos.




2





Mi pico, un mosquito,

que chilla en los oídos.



Agradezco que me hayas inventado,

porque este sentir

es tan fuerte que se libera.

Y ahora nunca NADIE morirá.



Tipos maquillados

bajo gruesos revoques,

esconden sus nombres

en cuartos sin escapatoria.

Por eso disfrutan hasta de morir.



Son ballenas en grandes Pescas

las que aguardan en el mercado

por otro cuerpo

que deja dormir su alma,

que se despierta cada vez menos,

por el chip incrustado en la oreja.



Debe ser el Éter

de tu sigilosa columna,

la que adormece el alma.



Aunque ya nada me convenza.



¿qué es lo que hace el hombre

además de fichar tarjeta?



Se la banca.



Espera la venganza

de Goliat Naturaleza

avasallando

a David Sobrenatural,

y los derviches desaparecerán.



Para que la ópera deje de chillar:

hipnotizar Guantánamo.

Escuchar la dulce tendencia

que marque Dios

o el Determinismo.



Vos empezando a creer

en las barajas de la bruja mente

que te acompaña

que sobre un invisible

está.