Intentar actuar todo
ese concepto, ¿por qué es lo que surge?, en ese instante. ¿De contacto con el
desconocido? Por qué esta escritura se está demorando tanto. En este instante
estoy intentando actuar todo ese
concepto que no termina de encontrar las palabras precisas para escribir lo que
quiere. Pero así, así tiene que ser la escritura. Si sale, es porque viene
encadenándose el ritmo de lo que sentimos, y ya no somos ese concepto que
intenta asemejarse a algo, que utiliza ese algo de afuera para poder definirse,
pero a su manera, en una lucha de oposiciones civiles que buscan poder
convivir, sino él, diciendo, bien, estoy bien, pero que parece un cuerpo que
está bien, que el otro ve que es verdad y no solo una cotidianeidad. Mañana
arrancará otro día, uno se mostrará convencido de lo que es, ya no estará
intentando representarse ser. Y al final no hay nada.
Un paréntesis
(Una diferencia que aparece a simple vista es que la poesía de Evaristo Carriego toca o se funda de los personajes reales que conforman la ciudad. En cambio, Borges, trae personajes a la realidad formados o conjugados en la imaginación, personajes que vienen a hacer pié en la realidad a partir de la insistencia de un artificio que se impone, hasta que hace mover los destinos hacia otras regiones. En esa región, unos y otros, evitan ser invadidos)
Carta desde "La voz Conurbalia"
Conurbalia no puede dejar de ofrecer una interpretación al suceder político. Por cierto con una gran amplitud de objetividad, por cierto, sin tomar posturas a favor o en contra. No queremos paranoiquear a los lectores, ni tampoco queremos que nuestros críticos nos paronoiqueen. Pero eso sería pedir mucho. Con el respeto a nuestros lectores ya es suficiente. Los críticos, nada, estamos en sus manos, como lo está cualquiera. Todos alrededor tenemos otro que nos altera, pero ese sentido de alteridad no debe ser descalificatorio, el sentido de alteridad existirá, la diferencia hace a los signos, los enriquece, le da existencia. Entonces no podemos dejar de pensar que toda palabra es diferente a otra, no podemos dejar de pensar que todo pensamiento es distinto a otro, y que todo interés económico es distinto a otro, quizá las necesidades varíen en el plano escalar que se configura como clase social. Por eso la cuestión es saber cómo se logra una equivalencia a pesar de las diferencias. El Martín Fierro nos puede servir de ayuda. Seguro todos tengamos objetivos distintos y entre hermanos siempre querremos llevarlos a cabo.
vacua intermitencia
Intermitente día
de vibración corporal
debajo de la piel
hasta sacar afuera
el orden de lo posible
que no es allí
donde permanece
ahora, intermitente
se corta, se cansa de vía
el día y sigue otra
vacua intermitencia.
Fin el despertar
Antes
que el pulpo de los medios avance hagamos de palabras los rincones de nuestra
máquina de escribir, de inter-actuar nuevos significados. Que la palabra no se
forme solo con argumentos, con puntos a parte, separando los temas, como
bloques de programas televisivos, algo empaquetado y listo. Demos de nosotros
lo que nos parezca mal hecho, con la verdad de nuestros días de flores y pocos
héroes. Mundo en el que los empresarios se preocupan por la pobreza, donde
presidentes y premieres encuentran legitimidad a través de redes sociales, como
cual figurita mediática, también sostenida por los mismos valores: el capital de
la hamburguesa grande. Lo políticamente correcto o lo gradual de los cambios y
de las mejoras sociales ya no pueden reprimir el grito, y quieren volver a la
tribu, a constituirse con su identidad y no con la palabra ajena del discurso
ciudadano moderno de la construcción del estado tecnológico. Pero nada de esto
es cierto. Solo una fábula que encadenaron las palabras, las necesarias, para
librarnos del paquete que nos otorga la experiencia. Deberíamos inventar un
cofre en el que las historias queden perdidas. Allí la riqueza y la
proliferación de lo que acontece. Seremos narradores de la realidad antes que
las imágenes acechen del todo, sin vuelta atrás, nuestra memoria, atentos solamente
a las sensaciones corporales redimidas de placer. El ciclo de los conceptos en
lucha entra en receso mientras se abre el mercado de pases. Períodos de
conveniencia: la búsqueda de un otro que nos acompañe, que nos saque del
estadio incierto que acecha a los días de los hombres: acá los días son
combates, son nuevas búsquedas de subsistencia, todo se teje entre ceja y ceja,
entre sospecha y desconfianza. Pero se destruye y se reinventa otro hombre,
mientras los adláteres de la información discuten sobre plataformas virtuales,
del valor de la información –como mercancía- para conducir el destino de la
ganancia a buen puerto, pero evitando sacar el barco a los vaivenes del mar. Allí
donde la democracia es representativa vencen los escenarios de inestabilidad
política económica, ficcionados por medios, analistas de la web, recolectores
numéricos de variables, trabajadores de la ilusión bursátil llevan hasta el
hartazgo hasta creer que el dólar se dispara y se dispara, en un febril
diciembre, no solo de liberación del cansancio anual, sino además de fin. Allí
donde la voz del conjunto poblacional está orquestada por una institución
formal -que predica con las formas y no con realidad cultural y social-, allí el
futuro busca su verdad en el pasado. Debemos, por el contrario, buscar que el
presente sea el talismán, porque así seremos pasado. Antes que el pulpo lo
arrebate. Antes la imagen nos limite la interpretación, antes que la tendencia
de la lengua se encadene en otro numeral, acumular significados del más allá
traerlos, de afuera de la máquina que redacta la visión de lo conveniente. Solo
suposición, opinión entre opiniones hasta hacerla verdad, pero como proceso
inverso a la ceguera que acecha a nuestro tiempo. Todo es perfectible después
del acontecimiento. Lo importante es la retórica que usemos para seguir construyendo
la metáfora de Babel. Colaboradores de la palabra viralizada, la efímera, la
sincera. Esos. Ser. La realidad se escinde de nosotros, y caminamos a través de
un escenario que diagrama la experiencia. Somos la extensión de los
significados, de los nuestros y no los del Coloso de los medios. Un escenario
vivo, cambiante, en el que no alcanza la intuición a profundizar su huella.
Sólo algo perdura, en estos tiempos: el interés de confundir a la historia de
la memoria. El malentendido para que la historia presente pierda su resguardo
de liberación. Del origen. La tempestad será el fin, pero también el despertar.
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