Soy compasivo con la verdad, la vida es una ilusión.

Por qué arruinarle la fiesta a aquel que quiere morir.

El castigo del hombre


El hombre exterioriza la guerra 
que hay en sí mismo. Primero, en una 
actitud de amor hacia el mal, aun no
pudiendo desprenderse de la universalidad 
de la forma, tuviera que hostigarse 
las costillas y castigado las piernas 
para retrasar el paso. Al hombre 
le lleva tiempo desprenderse, algunos 
lo logran en la muerte, en la puerta del infierno 
o del cielo, conduciendo 
ambas habitaciones, a un mismo paraíso.