Viejo abundante.

Me acuerdo que llovía. Mi vieja me vino a despertar, a eso de dos como lo hacía todos los días para ir hasta Longchamps a buscar yogures, y después venderlos por el barrio. En ese entonces venían en envase de vidrio, y antes de repartirlos, la vieja me decía que les saque la tapa a rosca y que chupe la parte que quedaba impregnada. Decía que era muy sano, entonces yo chupaba.

Al terminar el reparto, volvíamos hasta La Central Lechera, donde entregábamos la plata y los frascos de días anteriores ¿Qué honestidad, no? A nosotros nos pagaban con yogures, y después, los repartíamos entre mis hermanos. Y, bueno, con eso teníamos para tomar la leche.

En ese momento tenía siete años, y creo que estaba Frondizi, y me acuerdo que la vieja era muy peronista. Lo recuerdo bien eso, porque siempre íbamos a la terraza de casa, mientras me daba la teta, porque todavía me la daba, creo que hasta los ocho la tomé, y gritaba ¡Viva Perón, Viva Perón!, y se reía. Qué grande era la vieja. Aunque hoy en día no me va lo de Perón. Por más Pera qué había, nosotros seguíamos luchando, aunque el plato de comida siempre estuvo, eso no lo puedo negar.

También fue el año que deje el colegio, que hice segundo grado. Si le preguntas a la Elba, te va a decir todos los quilombos que le hacía a las maestras, y también seguro te cuenta de las peleas en el barrio.

La verdad es que no me gustaba ir, la vieja me llenaba la cabeza de gomina y, ni bien iba al recreo, me despeinaba con agua. A veces me hacia la rata y me iba con los pibes a jugar a la pelota, porque ellos iban a la mañana, y jugaban a la tarde. Siempre que me veían me decían: ¡vení, Alfre (porque así me decían), vamos a jugar un partido! Entonces yo llegaba a la escuela, y ni ganas de entrar, viste, y me volvía con los pibes.

Capaz no iba al cole, pero siempre labure, eeh. Siempre me tuve que romper el culo, así que aprovechá y estudiá. Pero tranquilo, no te corre nadie. Disfrutá de lo que hacés.

Bueno y así. Ese fue mi primer laburo, a los siete años. Lo tuve más o menos hasta los once, que fue cuando se murió la vieja. Se me murió en brazos, me acuerdo como si fuese hoy. Pero, bueno, tuve que seguir, como todos.

Hoy tengo 56 años y sigo laburando, ¿te das cuenta?. Estos hijos de puta, no hicieron ni la mitad de lo que yo hice y están cagados en guita. Me rompí el culo laburando. “Si llega haber un temporal de pijas, yo soy el primero en ser ensartado”. De todas formas, me considero un afortunado porque a mis hijos no les faltó nunca nada.

Esto me lo contó un día el viejo en casa. Mientras escuchaba, el pecho se me llenaba de aire, la garganta se enredaba sola, y las lágrimas las contenía como podía. Me moría de ganas de decirle que lo quería abundante, como dicen los uruguayos, pero sabía que si lo intentaba, me largaba a llorar. Como si importase. La verdad, es que fui un cagón.

Como en ese momento, antes de salir para Rosario, en que él cambiaba las lamparitas del semi, y yo lo alumbraba con la linterna. Ahí pensé, mientras las nubes se la llevaba el viento con exceso de velocidad: ¿che por qué hará tanto esfuerzo este tipo? Ya tiene tanta vida, qué quiere más. Qué ganas que le pone a todo, se va al carajo. En ese momento sentí una grandeza que estaba en dos cuerpos, y me acordé de todas las historias que me contó. Es que, como dije una vez, es una cisterna de historias.

Escuchá lo infinito

Hombres mujeres hembras machos

Arraigados a costumbres

placeres descabellados

a placeres de noche por las mañanas y las tardes

que van por el camino englobado de vidrio

donde la realidad se aparta porque el sol no refleja en este cristal

asfixiado de individualismo egoísta

donde el ser dejo de ser para disolverse en un deber ser

sentimientos que se comprimen en formato mp3

donde se pierden sonidos-sentimientos

sentimientos limitados

que ansían en mostrarse en los cuadrados del rectángulo horizontal

No podes escapar no aceleres más la locomotora

La vía termina ¡ahí! con la diferencia de que el tiempo te ganó

te aplastó te derretiste sin ver el sol

como lo hacen los reyes incluidos de esta comedia trágica

donde vos donde yo donde él donde ellos

donde ustedes o vosotros donde nosotros

somos un personaje distinto nuestro personaje guionado por la tendencia

que termina cuando te desarropás en tu cuadrado del rectángulo

y donde tu sentimiento de tigre león

se vuelve a comprimir para-volver-a ser-después

otro personaje en el mismo cuerpo

La muerte te persigue está atrás tuyo

sentada en un banco de plaza con las piernas cruzadas

mirando como la hamaca se hamaca

por el pasar del desmesurado frívolo oscuro viento

Por eso esperala unificada unificado en la etérea oscuridad

Que Jesús no te permita ser lo que tu honesta y alocada

y brillante mente quiere ser ser ser

No luches contra los miedos ¡se!

se amigo de ellos que triunfarás

Busca la aventura excitada

por las otras aventuras acaloradas

Por los caminos donde los todos son nada

y donde vos sos nada

Y la palabra que se esconde en el todo es todo

Último escrito antes de suicidarse


Estimados:

Creo que estoy hablando claro. Esto no es un paso atrás y pisar mi otro pie. No esto se trata de más. Muchos pensaran que soy un maniático drogadicto o un maldito copión al cual se le terminaron ya los minutos de fama. No, no es así. ¿Para qué servir a esta bella comunidad de inescrupulosos que no tienen nada mejor en sus vidas para fijarse en esta?. Yo ya cumplí mi parte. Viví en los peores hoyos de la deformación humana durante algunos años. Cometí algunos errores (más de alguno los llamará crímenes), que fueron parte importante de mis llagas que aún no cicatrizaban. La verdad es que no me pueden pedir más. Quiero descansar. Quiero que el humo de mi cigarro deje de molestarme en los ojos para no encenderlo más. Quiero pensar que todo esto de alguna manera valió la pena. No es por nada pero mi vida es una puta mierda. Así de simple. En el submundo de mis amigas drogas fui un ganador. El de los muertos vivos realmente no lo entiendo. No entiendo la forma de cómo se hacen las cosas que para bien o para mal, siempre te terminan jodiendo. Yo tomé el camino difícil. Ese en el cual las reglas no importan porque realmente no existen. ¿Qué pueden esperar de mí? Casi la mitad de mi vida la pasé tras las rejas, vi como mis colegas vendían sus culos por un par de doláres, como los cuerpos mutilados rodeaban las calles de Camboya y las mujeres se tiraban encima por un par monedas. Eso es lo que vi y escribí. Lo único que retratar esa realidad con la sangre de mis venas, con las pocas neuronas que no tenía atrofiadas para ver si alguien reaccionaba. Pero fallé. No aguanto más. No quiero que me recuerden como un maldito copión de Hemingway por volarme los sesos o me comparen con el beodo de Bukowsky. No, yo soy Mr. Gonzo. Lo siento los tengo que dejar. No les pido que me recuerden. Pero alguna vez enciendan un cigarrillo por mí y piensen como lo hice yo.
Sin mirar atrás....
Tengo que descansar.....
Respirar profundo....
Cerrar los ojos...

Hunter S. Thompson