La poesía es distracción, surge al desaparecer.
No se detiene, allí la poesía no se deja
ver,
no siempre se la escribe. La poesía ve
miradas
de otros días, ve las acciones que
corremos
del camino: los actos que perturban,
las miradas que distraen.
Por eso es distracción. Se aparta
y nada de lo otro la tienta,
sólo descubre misterios pero no inicios.
Ve recuerdos encapsulados entre sí
Y luego se inmola en llanto y risa.