Perseguido (Poema inédito, año 2012)

Él llega entre miradas
que zumban sus ojos.

Me acerqué
y escribía,
y escribió
los Perseguidos
por las. Zumba.
La mirada zumba
en sí, por el escribir
de otro que escribe:
la mirada zumba
y persigue.

Una ciudad entre sueños
prósperos y antiguos.
La vieja esquina
es un lugar pasado,
el derrumbe de sí,
en eso, en sí
plegado al lujo
que se alimenta
de luz artificial intenta
proyectar el sueño
sobre nuevas viejas formas
restauradas.


Me mira aturdido,
por el olvido continuo
que provoca la hoja.
Zumba.
Sospecha ser
aunque
sonríe complaciente.
Un expreso por favor…

Sino imágenes:
lo enredó una alondra
y los pájaros en la jaula
sintieron espanto.

En el vacío cae
sin saber si fue
por la experiencia
o por la imagen
que bloquea la ilusión
eterna de los sentidos.
Una jaula de piel.

Imágenes.
Cayó del barco
y todavía intenta
no ahogarse.

Un presentado en la imagen
dando por muerta a la palabra.
Comprada. La palabra
muerta por la compra.
De la palabra.

El mal decide, pero todavía
persiste en los instantes
desesperados por salvar
todo lo otro.
La marea se lleva
violenta
mente, así,
todo lo otro.
Imposible plegar
el mundo en un objeto.

Las imágenes
desvanecen,
desertan
desistir
de.
Resisten
las palabras
hasta palpar almendras.
En el olvido no hay
no hace falta.
En el sueño del mundo
no hace falta,
dejá, dejá, en serio, dejá.

Una señora se consuela
con la voz del teléfono
que escucha otra voz.
Restituta supo saber:
Narciso murió.
Se suceden, los sueños
suceden, desvanecen
para avanecer.

La mirada zumbada
lo persigue a él
Que moldeó los ojos
y el perseguido sanó
y se creyó sin fin
y más allá
de su piel no fue.

Tendré un destino
único escribió
al que todos llegan.
El perseguido sanó
las miradas,
ahora transita el pasado
y el presente

lo que el tiempo anhela.