John B.


John B. usa el chaleco
verde de camioneros
para ir a cobrar la jubilación.
Trae un fajo
entre las piernas guardado
en el bolsillo de una camisa
que extirpó y lo lleva atado
de una piola
que cuelga como huevo
hinchado entre las piernas.
Con el chaleco de camioneros
cree que no lo perciben,
paso desapercibido,
no me perciben
como objeto de arrebato.


el Shantih


Ahora
me toca conducir
viajo a niu iorg en boing
pensando
en mi hermana postrada
vendí la empreza
en pos del bienestar yégenal
y así volví a crecer
dividendo, dividendo
me hablaba el oído
el Shantih,
siguiendo los preceptos
poseerás todas los opulencias.

Un gas fino ventea


Un gas fino ventea
a la veda de una montaña.

Lapso que perdura en alguien, igual
no hay alguien que está perdurando.
Aquí perdurar no hay
hasta
intentar integrar un límite:
lo que pierde oportunidad
de anclarse en el medio
de la bipartición constante
se superpone
con el tac de una aguja,
marca el paso de lo circunstancial.

El claro de una banderola 

Intersticio que se abre
espacio entre aguja y aguja

una catarata
gallinácea
que murmura estornudos.

Está enfrascado
en registrar
su receptáculo
para después pensar
el intersticio que se abre.

la de ojos cerrados

me pongo en un rincón
tapado de negro,
cruzado de brazos
con barba blanca y ojos negros.
Vigilia es también
la de ojos cerrados.
La sombra se apaga
en un receptáculo
blanco y pomposo.

Nada es como

Nada es como
sino que
intenta cerrar
al vacío
para poder freezarlo.
Me dejan tranquilo
viéndome convencido
de felicidad,
pero solo siento el filo
de un cuchillo en la espalda,
que me persigue
acostado viendo
al mentalista.