desproyectando la vida

Desde la butaca de este teatro

Veo unos locos fabular

Las ideas se entremeten

A través de su tristeza

De su actos de su música

Lo sé porque también yo soy parte

De esta tragicomedia


Y al andar veo


la desterrada paloma tomar agua

en un zanjón con sabor a plomo

¿Cuándo se apagó la conciencia?


Y al sentir veo


un cielo pintado de palabras

algunas azules otras grises

Momentos que enriquecen

mundos que se cierran

Que se abren y se mezclan

que se piensan que se esperan

En plazas en cafés

En alguna esquina fría

En el viaje de un bondi

en otras rutas en otras tierras

En lugares imaginarios

En fin

En esto que me surge durante el viaje

3 comentarios:

  1. Gracias por pasar al jardín frutal y morder un par de insomnios.

    Por acá es otro gusto pasar, y además de "gusto" es un saludo que no empieza ni termina, algo así como una bienvenida exquisiteamente eterna (o eternizada adrede).

    ¿Cuándo se apagó la conscienica ?
    Cuando la inconsciencia recordó que además de tierra está el cielo y que vale un sueño suspendido entre los párpados a un sueño tejido entre los labios... Es decir... en fin.

    Seguí viendo y viviendo y escuchando y percibiendo y despertándote y escribiendo acerca de la paloma que recorrió en el aleteo la tragicomedia: además de tragicomedia hay tragisepia.
    Tu pluma sangra y desprende agua al mismo tiempo.

    Un abrazo danzante.

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  2. p/d: es fácil decir "me gusta"... y tan cruel para el artista... ¡qué tristeza la simpleza! dice una bandita musical de rock, de acá...

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