Cuando la Luz es nada

Cuando tu soledad

descubre la nada,

te ataca con la de todos

porque solas se sienten,

y ella

en el arco de un inodoro

te sienta sobre la tapa

y se aguanta tus lágrimas.


Puede ser mayor que

la explosión de la bomba atómica.

Puede ser mayor que entregarle

el poder a los santos

la carnicería de todos los días.



La carne pasaba, desangrada,

como si estuviese descongelada.

El paciente se siente acompañado,

pero al mismo tiempo solo.


Él está en el fuego

a punto de evaporarse

por tanto calor

acumulado en la olla

acumulando presión.


Y vos ahí, esperando por un inodoro

que soporte la fuerza tus lágrimas.

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