crackeando un huevo

 hay un grupo de vecinos con las plumas

sucias, traicionando la tradición

que supo forjar este kiosco en el mapa

pero no voy a cortar un carrillo

a quien copie este trabajo

seguirá crackeando la carcaza de un huevo

duro, detenido en el ojo de la imagen del tiempo

que mira, pastorea una continuación de la misma

como si el acto de hacer un acto no fuera lo que sí

sino otro inhóspito que vuelve

a visualizar una conmoción.  

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