La real sospecha no es

El ícono de Conurbalia
Nunca estuvo ahí
Nunca fue
Como lo calculó
El coloso,
Sino más bien
En el imaginario
De los hombres
Despreciados
Entre los restos
De una ciudad que es
Lo que no quieren.
Una ciudad sin torres
Sin museos,
Una ciudad corroída
Por la varita del Fingidor
Imagen descubierta
De sentido perpetuo.
Ciudad que no quiere
Clamar en los ojos
Lo que no es
Lo que no será
Y siempre está ahí

lo real de la sospecha.

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