No hay clasificación
para tantos presentes,
no hay comparación.
En donde nosotros soy yo.
No hay nada en esas
tardes anocheceres
además de pasión.
Saxos y trompetas
divagan historias y sueños
en plazas que no dicen nada
al Zoológico que nos rodea,
que no significan nada
en la rutina del guardia lobo.
Son altas y perversas,
estremecen a cuanta metafísica
y Dios se nos cruce
Chocando a todo satélite
desde lo profundo
del bello infierno solitario.
En donde vos somos nosotros.
Noches gritos caminos
en zigzag
bajo esta absurda carpa de circo.
Anestesia para el dolor.
El payaso de hormigón
se nos ríe
y nosotros le cantamos
a lo Whitman
Mientras el viento pasa.
Alrededor de un árbol
los pájaros se suicidan.
Tarareando un Coltrane
dejamos que todos sigan
caminando enfundados.
Turbamulta psicótica.
Y nos vamos como invisibles
por otro amante Coñac,
para serle infiel al resto
sin que suene la alarma.
En donde él somos nosotros.
Y nos vamos como invisibles
ResponderEliminarpara serle infiel al resto
En donde él
Somos nosotros dos
en una plaza