siesta de una hora y media

Me encontraba en la cama imaginando, o creyendo que imaginaba. Aparecían en la sombra figuras extrañas que mostraban diversión y, a la vez, me intrincaban. Pensaba que no eran ciertas, que mi cerebro las estaba confundiendo con otro objeto en la habitación; que era producto de la imaginación al verlas moverse. Estaba errado….al darme vuelta, siento que me alcanza, una de éstas.

Al tiempo siento ruidos y uno de estos objetos se coloca sobre mi pecho.Mi cuerpo sin dar movimiento alguno, apareció sobre una tela blanca, la cama llena de tierra, y mi cerebro sin percatar el episodio.

Este objeto con vida, que lo avasallaba una luz rotunda, tenía el aspecto de un gusano de color verde y amarillo.Empezó a relatar argumentos, pero cuando éste hablaba me sentía mareado, lo que ya no recuerdo o tal vez no fui capaz de asimilarlas, sólo su lugar de proveniencia pude entender, la tierra dijo. A la vez me sentí como amenazado, así que no pude vacilar palabra alguna y cooperé. Obedecí sin saber por qué.

Desaparece esa dispersión en mi visión notando que, esta animación ya no estaba, pero mi cerebro pensaba en que podía pasar, desparramando tensión, nervios e intranquilidad. Me sentía condicionado.

Traté de calmarme, buscando convencerme de que no era real, y todo había sido un sueño.

A continuación vuelvo a ser sometido, esta vez por un objeto pequeño de color rojo y líneas azules, no más de dos o tres.

Sentí demasiada desesperación, el miedo reinaba en mí, con lo que sólo recurrí a dar un gran tranco desde la cama para poder alejarme. Corrí hacia la puerta, donde logré ver que era un pequeño auto con una pantalla diminuta lo que me acosaba. Al llegar a la salida de la habitación frené de golpe tratando de engañarlo. Abrí la puerta, y esperé escondido detrás de ésta.

Este al girar en 180 grados pudo focalizarme, así que retrocedió. Se acercó al lugar, donde me encontraba paralizado practimente, con lo cual me rendí; pude recuperar mi vitalidad y me mejoró mi respiración. Me decía que me tranquilice, que no corra. Traté de convencerme así que hice una pausa, y escuché sus plegarias. Nuevamente comienzo a sentirme mareado, en un estado donde se desune la imagen y las palabras se mezclan, así que tampoco logré entenderlas, pero no me quedaba otro camino, que asimilarlas, y ayudar a este objeto que tenía vida o eso parecí sentir.

Luego deserté, y fui a trabajar.

A veces aceptamos formas de vida, pensamientos, objetos y sin saber por que, o sin tener una justificación de si ese sentir es verdadero.



3 comentarios:

  1. definitivamente que es así... pero tal vez, y sólo tal vez, y por demás de tal vez... esas formas de vida son tan reales como las que supuestamente tienen justifición, son tan verídicas con la más enorme de las verdades. Si es que no lo son ya.
    Así que muchas gracias hermano por abrir algunos caminos a esos pensamientos, a esa cordura tan extrema que más de un ortodoxo o conservador se animaría a llamarla demencia. Por suerte y experiencia, sobre todo por experiencia, lo único que se te puede decir es gracias por llevarme a pasear un rato con vos.

    Un abrazo enorme, desde algún lugar no tan lejano. Te regalo una nostalgia, una hermosa nostalgía de lago por la tarde, de Atlántico por el mediodía, o de La Paz a la madrugada, hasta dentro de poco, y ojalá (sí! es un reclamo) que sigas publicando muchas ideas más. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. muchas gracias por ese sentimiento plasmado en escritura. Se te quiere Fede.

    ResponderEliminar

Dejar una nota